Babypod: para que tu bebé escuche música durante su gestación

Babypod
El Babypod promociona el producto apoyándose en estudios científicos

Tu bebé podrá escuchar música

Las app de salud y los gadget pediátricos han resultado en estos dos últimos años un gran avance en estas áreas. Hoy le toca el turno al nuevo gadget Babypod un dispositivo que se puede introducir en la vagina para que tu bebé escuche música.

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El Babypod es un dispositivo intravaginal lanzado por el Instituto Marqués de Barcelona, permite que el bebé en el vientre de la madre escuche música. La finalidad de este nuevo dispositivo es mejorar el desarrollo neurológico del bebé y su vocalización. Este gadget mejora considerablemente los altavoces abdominales.

Babypod
El Babypod es un dispositivo intravaginal lanzado por el Instituto Marqués de Barcelona

Babypod: sonido con mayor claridad y nitidez

El propósito del dispositivo es que la música llegue con claridad y sin distorsiones para no molestar al bebé. El material del altavoz es de silicona hipoalergénica, como un tampón, para introducirse en la vagina. Estando allí se puede conectar a un smartphone y configurarlo; la app sugiere una serie de lista musicales para aumentar la estimulación del bebé. Hay que tomar en cuenta que la intensidad de estos altavoces no supera los  54 decibelios.

Por otro lado, con el Babypod podrás preparar conciertos especiales para embriones y fetos. Entre las propuestas musicales están las de  Antonio Orozco y  Soraya Arnelas.

¿En cuáles estudio se apoyan los creadores del Babypod?

El Babypod promociona el producto apoyándose en estudios científicos, sin embargo, hay que ser muy prudentes. De hecho, se basa específicamente en el estudio de López-Teijón, García-Faura, Prats-Galino, 2015 publicado por Ultrasound en septiembre y octubre.

El altavoz presenta dos problemas, en primer lugar no está demostrado que efectivamente favorezca la vocalización y el desarrollo neurológico. Además, según el estudio genera problemas de intereses, por lo que aconsejan ser muy cuidadosos.

En 1993 se popularizó el Efecto Mozart, en un estudio publicado en la revista  Nature por Frances Rauscher.

Christopher Chabris, en 1999 en una publicación también en la revista Nature decía que no había pruebas de que la música fuera positivo durante el embarazo.

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