Mudarnos puede ser una de las sensaciones más emocionantes que podemos sentir y más si se trata de una casa o departamento nuevo. Obviamente, estos sentimientos también vienen cargado de tensión, estrés y mucho, pero mucho trabajo, especialmente si pasamos de una empresa de mudanzas nacionales y si decidimos hacerla por cuenta propia.
Y es que, bien sea por una u otra razón, no todos pueden permitirse cancelar los servicios de estas empresas, por lo que en muchos casos lo que queda es recurrir a la paciencia, la capacidad de organización y fuerza física para poder realizarla. Como todo en la vida, hay muchos mecanismos o trucos que podemos seguir para que el trabajo de la mudanza sea mucho más fácil de llevar a cabo.
También como contraparte, hay una serie de procedimientos que la gente comúnmente hace sin saber que están entorpeciendo el trabajo o si bien, retrasando el proceso de mudanza. Por éstas y otras razones, hemos preparado este artículo, para mostrarte cuáles son esas cosas que no debes hacer durante una mudanza.
Lo que no debes hacer durante un proceso de mudanza
Las mudanzas siempre suelen marcar un final y un inicio de una nueva vida, una siguiente etapa y nuevos momentos por vivir. Claro, todo eso está acompañado con una gran cantidad de trabajo, estrés e incluso algo de inseguridad.
Todos esos sentimientos nos producen ansiedad, por lo que empezamos a tomar conductas y acciones para “hacer las cosas más rápidas” y terminamos empeorando la situación, perjudicando la mudanza y por supuesto, dañando la experiencia.
Así que, ante el inminente estrés, prepararse para la mudanza es la única vía para evitar ciertas actitudes o malas acciones. De esta manera, no tendremos luego que trabajar el doble o pasar un mal rato por culpa de nuestras acciones. Aunque insistimos, siempre se puede hacernos con los servicios de una empresa de mudanzas económicas y así ahorrarnos gran parte del trabajo.
1. NUNCA improvisar en una mudanza
Probablemente en la vida hay muchas cosas dónde ‘improvisar’ está bien visto, lamentablemente en una mudanza no aplica. De hecho, sí lo hacemos seguro nos traerá una gran cantidad de problemas, estrés y desastres.
Es por ello que, ante toda mudanza debemos darnos un tiempo para planificar el procedimiento. Bien sea el método de transporte, la disposición de las cajas y baúles para guardar nuestras pertenencias, tener al menos un plan de contingencia en caso de que algo nos falle o falte.
De esa manera, podemos garantizar que la mudanza se hará, sin importar las circunstancias sobrevenidas que pudieran suceder.
2. No pensar en el presupuesto
Desde pequeño nos enseñan que para emprender cualquier proyecto o actividad, debemos tener un respaldo económico que nos permita cumplir con nuestros objetivos. En el caso de una mudanza aplica perfectamente, debemos establecer un presupuesto con el que podamos asumir todos los costos derivados, como por ejemplo: el flete, los materiales para embalar, comida, hidratación y otros elementos que podamos necesitar en el camino.
3. No hacer un listado de nuestras pertenencias
Si algo NO podemos olvidar en una mudanza es hacer un inventario total, con lujo y detalle de todas nuestras pertenencias. Y es que, está más que trillado el decir ‘lo perdí en la mudanza’ de hecho, en esta época resulta un tanto irresponsable.
Recordemos que, por más profesional que sea la empresa que nos haga el flete o la mudanza, su trabajo no es estar pendiente de lo que tenemos y lo que no. Por tanto, es de nuestra total responsabilidad hacer un pequeño listado al momento de embalarlos.
Con esta simple acción, tendremos total certeza que todas nuestras cosas están perfectamente guardadas y organizadas. Así, cualquier elemento que so extravíe, tendremos cómo reclamarle a los involucrados en el proceso.
4. No olvides deshacerte de lo que no uses
Las mudanzas son una oportunidad de empezar una vida nueva, por lo que debemos aprovechar de deshacernos todas aquellas pertenencias que simplemente no usamos y están ahí captando polvo u ocupando espacio innecesario.
Así que, entre las cosas que no debes hacer durante una mudanza, debes prestar especial atención en la depuración de artículos viejos. Muchas veces por recuerdos o nostalgia esta acción cuesta un poco, pero debemos hacernos de cuenta que se trata de una inversión o un esfuerzo que simplemente no merecerá la pena.
5. Nunca te mudes en hora pico ni en fechas concurridas
Esto aplica principalmente cuando vivimos en una gran ciudad, cuando el tráfico es de locura e incrementa en ciertos momentos específicos del día. La verdad es que programar una mudanza en una hora inadecuada será un infierno que seguro no querrás vivir.
Por otro lado, debemos estar preparados para el horario pactado con la empresa que nos hará la mudanza. No es para nada recomendable, dejar algo para último minuto, primero le retrasaremos el trabajo a los profesionales contratados y hará que todo sea bien engorroso desde el principio y seguro por la corredera, alguna cosa olvidaremos.
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