El futuro de un mundo lleno de robots en las casas y el trabajo, ha sido pintado de muchas maneras en libros y películas desde hace décadas. Ocasionando en muchos el miedo de algo incontrolable.
Debemos tener presente que la inteligencia artificial (IA) y las máquinas automáticas no son lo mismo.
La primera es una forma de automatización avanzada. En los dispositivos de uso diario se crean reglas exactas de programación.
La IA está presente en muchos campos que pasan desapercibidos, no solo en robots.
El miedo es creado por películas
Aunque tengamos lo anterior muy claro, el miedo siempre se hará presente. Y es que por películas como Terminator, se llega a creer en un día en que las maquinas se “revelen”.
Algo que esta muy lejos del mundo real.
Más que robots como Terminator que alcancen lo que se conoce como singularidad, la capacidad de pensar por sí solos, de autocontrolarse, una posibilidad que veo muy lejana, lo que se debate ahora mucho son los fines que damos a la inteligencia artificial», comenta Ramón López de Mántaras.
Recuerda que el uso de esta tecnología para amplificar o compensar el desarrollo social depende del grupo de seres humanos que la utilice.
Por otra parte, hay cosas que si nos deberían de dar miedo:
- La adicción al internet: Ahora es casi imposible estar desconectado.
- La discriminación de los algoritmos: dado que la tecnología se basa en algoritmos que son procesos que siguen pasos lógicos basados en condiciones que se pueden cumplir.
- Ausencia del sentido común: las máquinas aún no tienen corazonadas, aún no poseen creatividad, aún no tienen sentido común. Mientras que cualquier trabajo requiere de sentido común.
