Es inevitable hablar de los diferentes gadgets que llegan al mercado para entretener nuestras vidas. Tal es el caso de los patinetes eléctricos, que desde su creación, estaban destinados a los jóvenes o niños que querían momentos de recreación en el parque sin ir más allá. Pero ahora todo ha cambiado.
Funciones de los Patinetes eléctricos
Hoy día es posible observar en las grandes o medianas ciudades, patinetes eléctricos andando por los carriles de bicicletas o por las aceras.
Ya no es considerado un instrumento de ocio, sino un elemento de transporte más.
Y es que se trata de una forma barata y rápida (y no contaminante) de moverse de un sitio a otro.
Pero ¿cuál es problema?
Hay ciudades, que aprovechando extremadamente las funciones de este gadget, empiezan a ser minadas por muchos de ellos. Sin embargo, hay sectores de la población que aún no se acostumbran a lidar con esta abundancia. Principalmente los conductores de vehículos grandes.
Tanto así, que ya hay un sin fin de accidentes registrados que involucran estos famosos patinetes.
Pero este no es el peor de los problemas. En ciudades como San Francisco ahora son algunas empresas de ‘patinetes compartidos’ los que ocupan las calles y aceras del centro urbano.
Los scooters son muy buenos para las ciudades, argumentan sus proveedores (e inversores). No crean tráfico ni emisiones. Son una alternativa conveniente a tomar un automóvil o confiar en una red de transporte público no tan vibrante. Son bastante fáciles de usar: descargar una aplicación, ubicar un scooter e ir. Y bastante baratos, a menudo menos de $ 2 por viaje. Además, son legales, porque los gobernantes de San Francisco nunca pensaron en establecer normas que regularan el intercambio de scooters eléctricos. Al igual que con Uber y Lyft, alrededor de 2010. ¿Quién había oído hablar de tal cosa antes de que apareciera?
