El Wath y los AirPods, el futuro exitosos de Apple

El Wath y los AirPods
La mayor parte del éxito de los dispositivos de Apple ha sido con su software y no con el hardware.

Hacer tecnología cada vez más pequeña

El futuro de Apple no se visualiza con iPhone sino por la constante búsqueda en hacer tecnología mucho más pequeña. El Wath y los AirPods es el mejor ejemplo de la dirección que está tomando la compañía en los próximos 20 años.

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Los iPod se introdujeron por primera vez en el 2007 por Steve Jobs y ya tiene unos siete años. El Apple Wath solo tiene unos cuatro años y medio en el mercado y los AirPods unos dos años. Estos últimos a pesar de su poco tiempo ya generan 50% más de ganancias.

Según explicó Jim Cramer, CEO de Apple, el Wath y los AirPods han generado cada unos cuatro a seis veces más de lo que iPod hizo en el tiempo de su lanzamiento. No es algo que se puede llamar casualidad.

El Wath y los AirPods. Su éxito depende de su software

La mayor parte del éxito de los dispositivos de Apple ha sido con su software y no con el hardware. No hay que ver disminuido la importancia a lo fácil de su configuración, integración y sincronización entre ellos. Por ejemplo al comprar un AirPods. Su proceso de configuración dura unos 10 segundos y una vez emparejado se configura automáticamente con los demás dispositivos de la marca que tenga el usuario.

El Wath y los AirPods
Queda decir que el hardware es un soporte para todas las cosas que la compañía está haciendo.

Así pasa con el Apple Watch  que implica sincronización sin configuración previa con un iPhone. Puede integrarse los servicios como Apple Music, iTunes  o  aplicaciones de las mismas marcas.

Es preferible tener un Pixel con iOS que un iPhone con Android; un portatil Huawei con MacOS que un MacBook con Windows. Esto se debe a que el valor agregado de los servicios y el software de Apple no tienen comparación.

Queda decir que el hardware es un soporte para todas las cosas que la compañía está haciendo. Esto se suma a que los dispositivos cada vez son más pequeños, con pantallas con marcos más delgados. El que estos dispositivos sean más invisibles hacen que solo sea una pantalla que se enfoca en el software: el sistema operativo, la interfaz gráfica y las aplicaciones.

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