Gases refrigerantes: ¿Héroes o villanos? Descubre su impacto ambiental

Impacto ambiental del gas refrigerante

No es esquivo para nadie que en los últimos años, el sector de la refrigeración ha cobrado un protagonismo fundamental dentro de la economía global, tal es así que podemos considerarlo un pilar fundamental para diversos sectores industriales. Desde la conservación de alimentos en supermercados hasta la climatización de espacios en edificios corporativos, pasando por sistemas médicos para la conservación de muestras, cada aplicación cumple un papel esencial en nuestro día a día. .

La refrigeración moderna, con toda su sofisticación, debe su existencia y eficacia a la invención y evolución del gas refrigerante. Este componente, pese a pasar desapercibido para la mayoría, es posiblemente el elemento más crucial de los actuales sistemas de climatización. Su función es crucial, ya que garantiza que los sistemas de refrigeración y aire acondicionado cumplan con su función primordial.

Aunque la relevancia del gas refrigerante es incuestionable, conviene detenerse y reflexionar sobre su impacto en el entorno. Las decisiones tomadas en su producción y uso tienen consecuencias ambientales que no pueden ser ignoradas.

En este artículo, queremos precisamente evaluar el impacto ambiental del gas refrigerante, no sin antes conocer más de cerca su funcionamiento, los diferentes tipos existentes y su relación con la sostenibilidad. Además, destacaremos la labor de empresas como La Factoría del Recambio, una organización dedicada a la venta de recambios para electrodomésticos, que se suma al esfuerzo de un sector en constante evolución y adaptación.

¿Qué es el gas refrigerante?

Cuando hablamos del gas refrigerante, nos referimos a una sustancia que tiene la capacidad de absorber calor en grandes cantidades durante su proceso de evaporación, por lo que es ideal para los sistemas de climatización y refrigeración. Para ello, el efluente cambia de líquido a gas, permitiendo que los equipos extraigan el calor de un lugar y lo desplacen a otro, proporcionando así la sensación de frescor en ambientes o conservando alimentos a bajas temperaturas.

Los primeros gases implementados para la refrigeración eran amoníaco, dióxido de azufre o cloruro de metilo, pero con el tiempo, y debido a preocupaciones de seguridad y ambientales, se han desarrollado gases más seguros y eficientes. Sin embargo, pese a ellos, todavía podemos encontrar algunos en el mercado con un impacto ambiental del gas refrigerante, aunque de eso ya hablaremos más adelante. 

Conozcamos las principales características del gas refrigerante

  • Punto de ebullición bajo: es la propiedad que permite que el gas pueda evaporarse y absorber calor incluso a temperaturas bajas.
  • Seguridad: la mayoría de los gases modernos son no tóxicos y no inflamables.
  • Eficiencia: actualmente estos gases deben ser capaces de absorber y liberar grandes cantidades de calor rápidamente.
  • Impacto ambiental: los gases modernos están diseñados para minimizar el daño al ambiente y la capa de ozono.
  • Densidad y viscosidad: estas propiedades afectan la capacidad del refrigerante de circular por el sistema y de transferir calor.
  • Compatibilidad: es esencial que sea compatible con otros componentes del sistema, como lubricantes y materiales metálicos.

¿Cómo funciona el gas refrigerante en sistemas de refrigeración y aire acondicionado?

El gas refrigerante para aire acondicionado o para cualquier otro sistema de refrigeración, es básicamente como la sangre de nuestro organismo. Su función principal radica en transportar el calor desde el interior hacia el exterior, o viceversa, según el ciclo que esté realizando el equipo.

Durante el proceso, este efluente  cambia constantemente de estado: pasa de líquido a gas y de gas a líquido. En la primera fase, cuando se evapora y pasa a gaseoso, absorbe calor, enfriando así el entorno deseado. Luego, al condensarse y volver a estado líquido, libera ese calor al exterior, permitiendo que el ciclo se repita y se mantenga una temperatura deseada en el ambiente o espacio.

En el caso específico de los sistemas de aire acondicionado, el gas se comprime en el motor compresor, incrementando su temperatura y presión. Luego, circula por el condensador, donde pierde calor y se condensa, transformándose en líquido. Posterior a ello, pasa por una válvula de expansión, donde su presión y temperatura descienden bruscamente. Al llegar al evaporador, absorbe calor del ambiente interior, evaporándose y volviendo al compresor para iniciar nuevamente el ciclo.

Veamos en detalle cuál es el proceso de funcionamiento del gas refrigerante:

  1. Compresor: comprime el gas refrigerante, aumentando su temperatura y presión.
  2. Condensador: el gas refrigerante caliente cede su calor al exterior y se condensa, transformándose en líquido.
  3. Válvula de expansión: reduce la presión del refrigerante líquido, enfriándolo bruscamente.
  4. Evaporador: en estado líquido, absorbe el calor del ambiente, para luego evaporarse y regresar al compresor para iniciar el ciclo nuevamente.

Tipos de gases refrigerantes

Como hemos de imaginar, mientras la tecnología avanza, se desarrollan técnicas más eficientes y precisas, lo mismo ha ocurrido con la refrigeración. Durante toda su historia, se han experimentado con diversos gases con la finalidad de mejorar en eficiencia, en seguridad y, por supuesto en su impacto ambiental.

Actualmente existen diferentes opciones en el mercado, y es decisión de cada quién decantarse entre uno y otro. Sin embargo, debemos considerar que una elección equivocada no solo nos afectará económicamente, y disminuirá el rendimiento del sistema,  sino también estaremos perjudicando el ambiente.

Veamos los tipos de gases refrigerantes disponibles en el mercado

  • Clorofluorocarbonos (CFCs): antiguamente utilizados por su eficiencia y estabilidad, pero causantes del agujero de la capa de ozono. Conocido como R-12.
  • Hidroclorofluorocarbonos (HCFCs): surgió como una alternativa a los anteriores. Si bien es cierto, eran menos dañinos pero todavía con impacto en la capa de ozono. A este le conocemos como R-22.
  • Hidrofluorocarbonos (HFCs): estos no dañan concretamente la capa de ozono, pero si tienen alto potencial de calentamiento global. Todavía podemos encontrar algunos sistemas de refrigeración con el gas R-134a, principalmente frigoríficos antiguos o de poca eficiencia. 
  • Hidrocarburos (HC): actualmente son los más usados en frigoríficos o neveras domésticas, así como en sistemas de aire acondicionado. A este le conocemos como R-600a (isobutano).
  • Aire y dióxido de carbono (CO2): considerados refrigerantes naturales, tienen bajo potencial de calentamiento global.
  • Amoníaco (NH3): es utilizado en sistemas industriales por su alta eficiencia y bajo impacto ambiental, pero es tóxico y requiere precauciones en su manejo.
  • Mezclas y alternativas modernas: están desarrollando nuevas formulaciones y mezclas, como los HFOs, con la intención de desarrollar productos más sostenibles, para minimizar su impacto.

¿Cuál es el impacto ambiental del gas refrigerante?

Ya nadie es esquivo que estamos en una batalla contra las actividades que afectan a nuestro entorno, y evidentemente el impacto ambiental del gas refrigerante ha sido estudiado una y otra vez con preocupación mundial. Estamos convencidos que estos gases son cruciales para sistemas de refrigeración y climatización, pero a su vez presentan, desafíos significativos para el ambiente.

Los gases refrigerantes tradicionales, como los CFCs y HCFCs, han contribuido al deterioro de la capa de ozono y al calentamiento global. Ante esa situación, se han enfocado esfuerzos para desarrollar nuevas tecnologías que den lugar a refrigerantes más sostenibles y respetuosos con nuestro planeta.

Estos cambios hacia una refrigeración más sostenible, han sido impulsados por la creciente concienciación global sobre el terrible impacto ambiental del gas refrigerante tradicional. Además, han traído consigo regulaciones más estrictas en materia de protección ambiental.

Aun así, la batalla apenas empieza, por lo que es de nuestra responsabilidad entender las diferencias entre un gas refrigerante de mala calidad y uno de buena calidad.

Efectos de un gas refrigerante de mala calidad:

  • Deterioro de la capa de ozono
  • Potente efecto invernadero
  • Ineficiencia energética
  • Vida útil reducida
  • Toxicidad y peligrosidad.

¿Merece la pena comprar botellas de recarga de gas refrigerante?

Ante la situación ambiental global, el objetivo de disminuir nuestro impacto por sobre la tierra no termina solamente al implementar tecnologías más eficientes, sino también, en intentar disminuir la compra prematura de nuestros productos. Desafortunadamente, los equipos electrónicos o mecánicos pueden fallar en cualquier momento, y ante esa situación, un grupo de personas prefiere darle de baja, y adquirir uno nuevo. Esto además de ser más costoso, también estaremos contribuyendo con el crecimiento de la basura electrónica, uno de los problemas más graves que enfrentamos en la actualidad. 

Ante esa situación, adquirir botellas de recarga de gas refrigerante se ha consolidado como una opción prudente y responsable. La recarga permite maximizar la vida útil de los equipos de climatización, evitando comprar sistemas completos nuevos. Además, esto también contribuye a reducir el desecho de gases que podrían tener un impacto negativo en el ambiente si no se gestionan adecuadamente.

Ventajas de comprar botellas de recarga de gas refrigerante:

  • Economía: prolonga la vida útil de los equipos, evitando inversiones en sistemas nuevos.
  • Sostenibilidad: favorece el aprovechamiento máximo de los recursos y reduce el desecho de gases al ambiente.
  • Mantenimiento optimizado: permite ajustar el rendimiento del sistema y asegurar su eficiencia energética.
  • Flexibilidad: facilita el cambio a gases más sostenibles si el sistema es compatible.
  • Reducido impacto ambiental: menor generación de residuos y emisiones al recargar en vez de reemplazar.

Ahora bien si estamos buscando un lugar para realizar ese tipo de recargas La Factoría del recambio se destaca como una empresa de referencia en el ámbito de los recambios de ese tipo, tanto para pequeños como grandes electrodomésticos. Lo más importante es que, gracias a su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética, ofrecen solo productos de calidad . Apostar por negocios como esta es una garantía de calidad y de responsabilidad ambiental.

Como hemos visto, el gas refrigerante es parte fundamental de nuestra sociedad, tanto por el lado positivo, como por los problemas ambientales que puede causar si no hacemos una buena elección. La sostenibilidad no es solo una moda pasajera, sino una necesidad que todos debemos adoptar en nuestros campos de especialización. 

Kelvin Goyo Soto
Agroecólogo de profesión, analista SEO por convicción, redactor por motivación y científico de corazón. Eterno estudiante de ciencias naturales, tecnologías, marketing 2.0 y economía. "No busquemos el éxito, persigamos la excelencia y el éxito nos perseguirá a nosotros"