Muchas personas piensan que cuando se habla de instalaciones domóticas, se hace referencia solo a un apartado tecnológico instalado para ofrecer funcionalidades inteligentes y automatizadas a un espacio determinado. La gran realidad, es que no hay nada más distante de ello, ya que cuando se opta por domotizar un hogar o una oficina, tal automatización permite una gestión eficiente del consumo energético dentro del entorno, así como garantizar los máximos niveles de seguridad y confort.
Las nuevas tecnologías están pensadas en disminuir el consumo energético, puesto que de alguna manera, la sociedad debe enfrentar la obligación de cambiar sus hábitos de consumo y a disminuir su huella sobre el ambiente.
La actual situación ambiental y constantes cambios e irregularidades climáticas, están motivando a las grandes empresas a crear tecnologías más amigables con el ambiente, que se adapten a las necesidades que estamos viviendo.
El autoconsumo es, probablemente, una de las alternativas de producción energética más interesantes y mejor adaptadas a las necesidades actuales. Tal es así, que nuestro país es uno de los líderes en la región en cuanto a producción y consumo de energía solar. De acuerdo a datos de la Red Eléctrica, en el mes de marzo del año pasado, se alcanzó un récord de generación de hasta 7.898 MW. Lo que representa el 30% de toda la demanda eléctrica de la península Ibérica.
La domótica y el autoconsumo trabajan bajo la misma ecuación, por lo que no es de extrañar que ambas palabras se encuentren en una misma oración de manera más frecuente. Aunque a decir verdad, todavía estamos lejos de alcanzar un punto donde los resultados sean mucho más palpables.
En esta oportunidad, quisimos preparar este artículo para mostrarte cómo la domótica y el autoconsumo pueden favorecer al ahorro energético en nuestra vivienda.
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¿Qué es el autoconsumo eléctrico y la domótica?
El autoconsumo es un método que, mediante un sistema de producción energética alternativa (generalmente fotovoltaica y solar), busca que un grupo de personas sea capaz de satisfacer sus necesidades y demandas energéticas, sin necesidad de depender de fuentes externas de generación.
En el caso del autoconsumo solar y fotovoltaico a través de paneles solares, se captan los rayos del sol para transformarlos en la corriente continua, que posteriormente es convertida a alterna, haciéndola apta para su consumo.
La domótica por su parte, busca establecer tecnologías que permitan que cada uno de los dispositivos interconectados en el ecosistema domótico, trabajen de manera automatizada para garantizar el confort de las personas. Para ello, emplea la energía sólo cuando es realmente necesaria, eliminado cualquier gasto o consumo excesivo.
A través de la domótica, el autoconsumo se ve realmente potenciado, ya que este conjunto de dispositivos inteligentes trabajarán con energía producida por la instalación de placas solares. A su vez, el gasto energético será totalmente eficiente, consumiendo estrictamente lo que se necesita para suplir la demanda energética del lugar.
Esto ocurre incluso, con las instalaciones para la carga de coches electrónicos, haciendo posible que nuestro vehículo pueda ser recargado con la energía producida por nosotros mismos en el hogar.
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¿Se puede integrar la domótica con el autoconsumo?
Muchos llegarán a pensar que integrar un sistema de autoconsumo a un ecosistema domótico es tarea complicada y que solo expertos en tecnología podrán hacerlo. La verdad es que este pensamiento es bastante antiguo.
Para empezar, las instalaciones de paneles solares para autoconsumo, por lo general son realizadas y puesta en marcha por especialistas. Estas, se configuran para que puedan trabajar de manera automática, supliendo de energía a la vivienda o local comercial.
Con la domótica pasa algo mucho más sencillo. Lo primero que debemos saber, es que hoy en día existen una gran cantidad de dispositivos y gadgets inteligentes diseñados para ser manipulados y configurados por cualquier persona en casa.
La mayoría de estos se integran a una aplicación para móviles, desde la cual se configuran y controlan. Esto hace que, para crear un entorno totalmente domótico, baste con comprar algunos dispositivos, conectarlos a una central domótica y empezar a disfrutar de las ventajas del mismo.
Si tenemos un sistema de luces led inteligentes, pero también un termostato conectado al sistema de climatización y una persiana domótica, todo este conjunto se alimentará de la energía producida a través de la instalación de autoconsumo. Además, estos componentes están diseñados para ser totalmente eficientes, por ejemplo: en caso de que haya suficiente luz natural, las persianas se abrirán y la luces se apagaran de manera automática, disminuyendo así el consumo.
De hecho, cabe mencionar que existen instalaciones de paneles solares con elementos domóticos que potencian su eficiencia. Cuentan con una serie de sensores y un sistema mecanizado para detectar la ubicación de choque de los rayos solares, y posteriormente, rotar automáticamente la dirección de los paneles para aumentar su productividad.
Ventajas de integrar la domótica y el autoconsumo
En repetidas ocasiones hemos ofrecido publicaciones donde resaltamos las ventajas de implementar sistemas domóticos e instalaciones de autoconsumo, pero siempre de manera separada. No obstante, los beneficios suelen siempre coincidir en diferentes aspectos, por mencionar algunas: cuidado del ambiente, disminución en las facturas de los servicios y una mejor calidad de vida.
Tanto los dispositivos inteligentes, como la producción de energías alternativas están pensados prácticamente para el mismo fin: suplir las necesidades humanas, sin suponer un problema para las generaciones futuras.
A continuación, las ventajas de integrar estos dos elementos:
- Ahorro en las facturas de los servicios: las placas solares hasta el momento es el sistema de producción energética alternativa más eficiente que existe, a tal punto de generar excedentes para que puedan ser aprovechadas en la noche. Además, todos los dispositivos domóticos están diseñados para consumir mucho menos energía que cualquier otro, por lo que se complementan de manera cuasi perfecta.
- La inversión se amortiza rápidamente: evidentemente que, los electrodomésticos con funciones inteligentes suelen ser un tanto más costosos que los normales, pero con lo que se ahorra en consumo, su costo es amortizado rápidamente. Lo mismo casa con la inversión inicial de los paneles solares.
- Mejoran el bienestar y la comodidad: los productos inteligentes suelen eliminar una gran cantidad de tareas cotidianas, como por ejemplo, abrir y cerrar las persianas cuando haya luz natural. Al igual que, nos podemos despreocupar de dejar las bombillas encendidas , ya que estas se apagaran o se encenderán automáticas según las necesidades lumínicas del lugar. En el caso de la temperatura, esta se graduará de acuerdo a la configuración del usuario.
- Sistema interconectado: los productos domóticos por lo general suelen conectarse a una misma central, por lo que las personas pueden crear configuraciones globales de funcionamiento y eficiencia desde un mismo dispositivo, para que todos trabajen al unísono.
Sin lugar a dudas, la domótica y el autoconsumo están hechos el uno para el otro. Así que, si buscamos que nuestro hogar se convierta de manera integra en un Smart Home, lo mejor es que también pensemos en una instalación de autoconsumo.
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